Con el fin del soporte para Windows 10 el pasado 14 de Octubre (no más actualizaciones de seguridad), me ha surgido el dilema de qué hacer, pues el ordenador que utilizo no me deja instalar el nuevo Windows 11 ya que es bastante antiguo.
Para el ordenador que utilizo para jugar (que tampoco puedo instalar Windows 11 por su antigüedad) no me importa seguir cn Windows 10, pero para el trabajo me interesa tener un sistema con los últimos parches de seguridad y, la verdad, no tengo dinero para comprar uno nuevo.
¿Creéis que es hora, esta vez ya por todas, de pasarse a Linux? Ya hace un tiempo que pienso en probar Ubuntu u otra versión de Linux, pero la verdad es que me cuesta dar el paso. Puede que ahora es la excusa perfecta.
¿Alguien más ha tenido que pasarse a Linux? ¿Ha sido difícil el cambio? ¿Has echado de menos Windows para algunas tareas?
Fin soporte Windows 10
Fin soporte Windows 10

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Re: Fin soporte Windows 10
Yo estoy en tu misma situación, en parte. Como tú, tengo Windows 10 en uno de mis discos duros e intenté instalar el 11 sin éxito. Al parecer, debo tocar un par de cosas de la bios para que me deje y, si altero una de ellas, me peta y me quedo sin ordenador hasta que la resetee. Así que, para bien y para mal, también me toca olvidarme de actualizar con este trasto y tampoco puedo permitirme otro
La diferencia es que yo dí el salto a Linux con Mint - basado en Ubuntu pero más ligero y sencillo de manejar- hace mucho simplemente por no tener que estar lidiando con licencias con cada programa que quisiera usar, y no puedo estar más contento. Como es lógico, en Linux muchas cosas se hacen de otro modo pero por lo general no hay que profundizar mucho y, si se da el caso, hay un montón de información por ahí que te puede ayudar.
A día de hoy, casi todo lo que se puede hacer en Windows tiene réplica en Linux. En consecuencia, aunque tengo ambos, cada uno en un disco duro para no tener que particionar, Windows 10 lo tengo abandonadísimo y si no lo he quitado ya ha sido por cosas muy puntuales. Yo te animo, Julián, a que te pases a Linux que ya verás que, al igual que yo, con el tiempo no lo echarás de menos...
La diferencia es que yo dí el salto a Linux con Mint - basado en Ubuntu pero más ligero y sencillo de manejar- hace mucho simplemente por no tener que estar lidiando con licencias con cada programa que quisiera usar, y no puedo estar más contento. Como es lógico, en Linux muchas cosas se hacen de otro modo pero por lo general no hay que profundizar mucho y, si se da el caso, hay un montón de información por ahí que te puede ayudar.
A día de hoy, casi todo lo que se puede hacer en Windows tiene réplica en Linux. En consecuencia, aunque tengo ambos, cada uno en un disco duro para no tener que particionar, Windows 10 lo tengo abandonadísimo y si no lo he quitado ya ha sido por cosas muy puntuales. Yo te animo, Julián, a que te pases a Linux que ya verás que, al igual que yo, con el tiempo no lo echarás de menos...
Re: Fin soporte Windows 10
Yo hace tiempo que utilizo Linux (Ubuntu), en mi ordenador, y es una maravilla. En el ordenador del trabajo tengo Windows y es un rollo, cada dos por tres con las actualizaciones y demás. Me gusta mucho Linux, llevaré más de diez años con él y ni me costó adaptarme, ni echo de menos nada de Windows. Al contrario, siempre estoy "cabreada" con el ordenador del trabajo por el Windows dichoso.
Te recomiendo el cambio, te va a gustar.
Un abrazo.
Te recomiendo el cambio, te va a gustar.
Un abrazo.
Re: Fin soporte Windows 10
Hola,
Tienes una situación bastante típica: tu ordenador no cumple los requisitos que pide Windows 11 (TPM 2.0, «Secure Boot», procesador compatible, etc.), y quieres seguir con un sistema con parches de seguridad porque el equipo lo usas para trabajo. Bien hecho por planteártelo así.
1. Alternativa: instalar Windows 11 con “saltarse” las restricciones
Existe una herramienta gratuita llamada Rufus que permite crear un USB de instalación de Windows 11 en el que puedes marcar opciones para ignorar algunos de esos requisitos de hardware. Por ejemplo:
Al crear la unidad USB con Rufus aparece la opción “Remove requirement for 4 GB+ RAM, Secure Boot and TPM 2.0” (elimina el requisito de TPM 2.0, Secure Boot, 4 GB RAM).
También permite “Remove requirement for an online Microsoft account” y “Disable data collection” durante la instalación.
En la versión 3.18-beta (y siguientes) (versión actual rufus-4.11) de Rufus ya se menciona que permite hacer “in-place upgrades”, es decir, actualizar sin tener que formatear o partir de cero.
Un tutorial de “How-To Geek” lo explica detalladamente.
Entonces, en tu caso, podrías usar Rufus para crear un USB de instalación de Windows 11, arrancar desde ese USB en ese PC de trabajo que no puede instalar “normalmente” Windows 11 y hacer una instalación limpia (o quizás actualización) que “salte” esos bloqueos.
2. Pros y contras de esta vía
Pros:
Podrías seguir usando Windows (que ya conoces, con el que estás cómodo) en tu equipo de trabajo sin tener que comprar uno nuevo.
Podrás instalar una versión de Windows más moderna que Windows 10, lo cual puede dar tranquilidad respecto a seguridad (hasta cierto punto).
Rufus es gratuito, relativamente sencillo de usar para alguien que ya tiene algo de experiencia.
Contras / advertencias importantes:
Aunque el sistema se instale, al usar hardware “no compatible oficialmente”, no estás garantizado que el equipo reciba todas las actualizaciones o que Microsoft dé soporte para ese hardware particular. En artículos se advierte que el equipo “ya no estará garantizado para recibir todas las actualizaciones” si no cumple requisitos.
Pueden surgir problemas de estabilidad, rendimiento, drivers, etc., ya que el equipo no fue pensado para esa versión de Windows.
Asegúrate de hacer respaldo de todos tus datos, porque al crear USB de instalación se borrará todo en la unidad USB que usemos (y durante instalación se “juega” con particiones).
Si tu equipo tiene otros cuellos de botella (por ejemplo procesador muy antiguo, poca RAM, disco lento) quizá aunque instales Windows 11 funcione más lento que Windows 10, o la experiencia se degrade.
Desde el punto de vista de licencias: asegúrate también de que tienes licencia de Windows válida o que puedes activarlo (aunque muchas veces se puede usar sin activar, con limitaciones de personalización).
3. Y la alternativa de Linux
Como bien dices, pasarte a Linux (Ubuntu, Mint, etc.) puede tener mucho sentido:
Es gratis, de código abierto, puedes instalarla en hardware “más modesto”.
Para muchas tareas de trabajo (ofimática, navegación, correo, desarrollo) va genial.
Pero, normalmente, requerirá un pequeño “salto” mental: quizá acostumbrarse a qué programa usar, qué compatibilidad hay con aplicaciones que usas en Windows, quizá “emulaciones” o soluciones alternativas si usas software Windows-específico.
Si tu trabajo requiere alguna aplicación que sólo funciona en Windows (o que tiene versión limitada en Linux), tendrás que comprobar que haya alternativa viable.
4. Mi recomendación para tu caso
Dado lo que comentas (“para trabajo me interesa tener sistema con los parches de seguridad y no puedo comprar equipo nuevo”), mi sugerencia sería algo así:
Primero, verifica el hardware de tu equipo de trabajo: cuánta RAM tienes, qué procesador, si tiene TPM o al menos alguna versión, si soporta Secure Boot o no, etc.
Si ves que aunque sea modesto pero factible para Windows 11 (o al menos aceptable), puedes probar con Rufus para instalar Windows 11 “bypass” y ver si la experiencia es aceptable—pero hazlo con respaldo (copia de seguridad completa antes).
Si ves que el equipo ya está muy justo o hay muchas dudas de compatibilidad, entonces considera seriamente pasar a Linux. Puedes empezar instalando Ubuntu (o una “versión ligera” de Linux) en modo dual-boot o incluso como único sistema, probar durante unas semanas, ver si todas tus tareas de trabajo se pueden hacer sin problemas, y si te sientes cómodo.
En cualquier caso, deja el equipo de “jugar” como está (Windows 10) si no te importa seguir con ese para ocio; centrar tu esfuerzo en que el equipo de trabajo tenga algo seguro y fiable.
Tienes una situación bastante típica: tu ordenador no cumple los requisitos que pide Windows 11 (TPM 2.0, «Secure Boot», procesador compatible, etc.), y quieres seguir con un sistema con parches de seguridad porque el equipo lo usas para trabajo. Bien hecho por planteártelo así.
1. Alternativa: instalar Windows 11 con “saltarse” las restricciones
Existe una herramienta gratuita llamada Rufus que permite crear un USB de instalación de Windows 11 en el que puedes marcar opciones para ignorar algunos de esos requisitos de hardware. Por ejemplo:
Al crear la unidad USB con Rufus aparece la opción “Remove requirement for 4 GB+ RAM, Secure Boot and TPM 2.0” (elimina el requisito de TPM 2.0, Secure Boot, 4 GB RAM).
También permite “Remove requirement for an online Microsoft account” y “Disable data collection” durante la instalación.
En la versión 3.18-beta (y siguientes) (versión actual rufus-4.11) de Rufus ya se menciona que permite hacer “in-place upgrades”, es decir, actualizar sin tener que formatear o partir de cero.
Un tutorial de “How-To Geek” lo explica detalladamente.
Entonces, en tu caso, podrías usar Rufus para crear un USB de instalación de Windows 11, arrancar desde ese USB en ese PC de trabajo que no puede instalar “normalmente” Windows 11 y hacer una instalación limpia (o quizás actualización) que “salte” esos bloqueos.
2. Pros y contras de esta vía
Pros:
Podrías seguir usando Windows (que ya conoces, con el que estás cómodo) en tu equipo de trabajo sin tener que comprar uno nuevo.
Podrás instalar una versión de Windows más moderna que Windows 10, lo cual puede dar tranquilidad respecto a seguridad (hasta cierto punto).
Rufus es gratuito, relativamente sencillo de usar para alguien que ya tiene algo de experiencia.
Contras / advertencias importantes:
Aunque el sistema se instale, al usar hardware “no compatible oficialmente”, no estás garantizado que el equipo reciba todas las actualizaciones o que Microsoft dé soporte para ese hardware particular. En artículos se advierte que el equipo “ya no estará garantizado para recibir todas las actualizaciones” si no cumple requisitos.
Pueden surgir problemas de estabilidad, rendimiento, drivers, etc., ya que el equipo no fue pensado para esa versión de Windows.
Asegúrate de hacer respaldo de todos tus datos, porque al crear USB de instalación se borrará todo en la unidad USB que usemos (y durante instalación se “juega” con particiones).
Si tu equipo tiene otros cuellos de botella (por ejemplo procesador muy antiguo, poca RAM, disco lento) quizá aunque instales Windows 11 funcione más lento que Windows 10, o la experiencia se degrade.
Desde el punto de vista de licencias: asegúrate también de que tienes licencia de Windows válida o que puedes activarlo (aunque muchas veces se puede usar sin activar, con limitaciones de personalización).
3. Y la alternativa de Linux
Como bien dices, pasarte a Linux (Ubuntu, Mint, etc.) puede tener mucho sentido:
Es gratis, de código abierto, puedes instalarla en hardware “más modesto”.
Para muchas tareas de trabajo (ofimática, navegación, correo, desarrollo) va genial.
Pero, normalmente, requerirá un pequeño “salto” mental: quizá acostumbrarse a qué programa usar, qué compatibilidad hay con aplicaciones que usas en Windows, quizá “emulaciones” o soluciones alternativas si usas software Windows-específico.
Si tu trabajo requiere alguna aplicación que sólo funciona en Windows (o que tiene versión limitada en Linux), tendrás que comprobar que haya alternativa viable.
4. Mi recomendación para tu caso
Dado lo que comentas (“para trabajo me interesa tener sistema con los parches de seguridad y no puedo comprar equipo nuevo”), mi sugerencia sería algo así:
Primero, verifica el hardware de tu equipo de trabajo: cuánta RAM tienes, qué procesador, si tiene TPM o al menos alguna versión, si soporta Secure Boot o no, etc.
Si ves que aunque sea modesto pero factible para Windows 11 (o al menos aceptable), puedes probar con Rufus para instalar Windows 11 “bypass” y ver si la experiencia es aceptable—pero hazlo con respaldo (copia de seguridad completa antes).
Si ves que el equipo ya está muy justo o hay muchas dudas de compatibilidad, entonces considera seriamente pasar a Linux. Puedes empezar instalando Ubuntu (o una “versión ligera” de Linux) en modo dual-boot o incluso como único sistema, probar durante unas semanas, ver si todas tus tareas de trabajo se pueden hacer sin problemas, y si te sientes cómodo.
En cualquier caso, deja el equipo de “jugar” como está (Windows 10) si no te importa seguir con ese para ocio; centrar tu esfuerzo en que el equipo de trabajo tenga algo seguro y fiable.
Re: Fin soporte Windows 10
Echar un vistazo a esto: https://cincodias.elpais.com/smartlife/ ... ws-10.html
Re: Fin soporte Windows 10
Si algo de eso vi en un vídeo de Youtube, pero te piden que te registres y ya te tienen "fichado".sLuis escribió: ↑31 Oct 2025, 23:26 Echar un vistazo a esto: https://cincodias.elpais.com/smartlife/ ... ws-10.html
Bueno fichados ya nos tienen a todos por todas partes, pero de todos modos llegará el momento en que ese soporte extendido llegará también a su fin... y volveremos a estar en las mismas.
Puede que el software libre es la respuesta aunque haya que adaptarse.
¡Gracias de todos modos!

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